UN PICADO
NOS JUNTAMOS CUATRO LOCOS PARA JUGAR UN PICADO SIN GOLERO CON DOS PIEDRAS DE CANCHA LA CARRETERA Y EL BORDE DE LA VEREDA ERA CUANDO SE IBA AFUERA
LA PELOTA YA GASTADA DE RODAR EL HORMIGON MARCABA EL TIEMPO VIVIDO O EL DOLOR DE UN PATADON EL NEGRITO LA MAREABA CON TANTO DRIBLI CERTERO QUE AL FINAL UN AGUJERO SE LE HIZO EN EL COSTURON
EL CARLITOS CON EL MATE DE LA ESQUINA NOS GRITABA SIEMPRE ESTABA EN LA JUGADA PERO NUNCA LA MOVIA DESDE LEJOS NOS VEIA PERO CON ENVIDIA SANA SIEMPRE CUIDANDO A LA HERMANA POR SI ALGUIEN SE PROPASABA
EN LAS JUGADAS DE GOL SIEMPRE SE ARMABA ALGÚN LIO ERA COMO UN DESAFIO PARA MEDIR LA PARADA SIN QUERER NOS PREPARABA LA VIDA CON SU DESTINO CADA CUAL POR SU CAMINO AL FINAL DE LA JORNADA
LAS PRINCESITAS DEL BARRIO NOS MIRABAN DE REOJO ENTONCES HASTA EL MAS FLOJO CON LAS PATITAS DE TERO TRANCABA AL NEGRO GUERRERO PARA DEMOSTRAR SU ARROJO
LA NOCHECITA MARCABA EL FINAL DE AQUEL PARTIDO EN EL TERRENO BALDIO EL FUEGO YA PREPARADO Y UNAS TIRITAS DE ASADO GOTEABAN EN LA PARRILLA
ALREDEDOR DEL FOGON SE ACOMODO EL GUITARRERO Y CON UN TOQUE CERTERO SACO LUSTRE A LA GARGANTA LE CANTO A LA LIBERTAD AL AMIGO AL COMPAÑERO TAMBIEN A LOS QUE SE FUERON EN BUSCA DE UNA ESPERANZA
WALTER CESAR.